Llevo dias pensando en la tragedia que tantas personas han vivido y aun están viviendo y me pregunto si aprenderemos algo de todo esto.
Quizás llevábamos mucho tiempo sin darnos cuenta de lo felices que éramos, de que lo realmente maravilloso de esta vida no es un gran coche, o una lujosa casa.
Toda la felicidad del mundo puede contenerse en el abrazo de un nieto a su abuelo, el elixir de la eterna juventud tal vez resida en ver la sonrisa de tus padres, El Dorado, esa quimera que tantos descubridores buscaron, puede que no este escondido en ninguna selva, quizás este en los ojos de las personas que te quieren cuando te ven llegar después de una larga ausencia.
Darse cuenta, ahí reside el secreto de la felicidad, en darse cuenta de que probablemente, ya lo somos.
Un beso enorme.